domingo, 13 de junio de 2021

Míriam Ramos nos recomienda... CARTAS A LOS PERDIDOS

Brigid Kemmerer es una escritora estadounidense nacida en Omaha, Nebraska hace 43 años y cuya carrera literaria es admirada por muchos jóvenes escritores.

Inicialmente Brigid no era escritora, sino nada más y nada menos que financiera, pero el paso de los años despertó en ella el amor hacia la literatura, así que apoyada por su marido y sus hijos decidió volcarse al completo en la escritura de sus primeras obras. Y menos mal que lo hizo porque, aunque no se sabe mucho sobre la autora, sí que hay que destacar que ha sido nombrada varias veces en importantes revistas, además su obra “Una maldición tan oscura y solitaria” fue un bestseller del New York Times, además su libro “Más de lo que podemos decir” recibió una reseña destacada de School Library Journal (una revista americana que recomienda libros a estudiantes y es de gran importancia).

Esta autora ha escrito numerosas obras, la mayoría son bastante conocidas como pueden ser “Más espero que el agua”, “Llámalo como quieras”, o “Desafía la noche”, pero sin duda uno de sus libros más destacados es “Una maldición tan oscura y solitaria”, que en realidad es una adaptación de la bella y la bestia.

Esta obra comienza con un reino mágico donde un príncipe llamado Rhen es hechizado por una bruja causando que tenga que repetir continuamente el invierno y el hechizo se rompería solo en el momento que una chica se enamorara de él, pero con lo que él no contaba es con que se convertiría en una bestia que mataría a su familia y destrozaría su castillo. Por otro lado tenemos a Harper una chica con parálisis cerebral que fue abandonada por su padre y despreciada por su familia. Después de una serie de circunstancias Harper pasa de estar en Washington DC a estar en el reino mágico de Rhen donde juntos tendrán que enfrentarse no solo a la maldición de Rhen sino a todas las fuerzas poderosas que acechan al reino.


Carta a los perdidos

Este libro fue publicado el 4 de Abril de 2017, y a pesar de no ser uno de los más conocidos de la autora, sí que es uno de los mejores valorados por su trasfondo y su trama que tiene grandes giros de guion.

Esta novela juvenil nos transporta a dos vidas completamente diferentes. Para comenzar tenemos Juliet, una chica cuya vida había sido muy fácil hasta que, dos meses atrás, su madre fallece en un accidente de tráfico. La madre de Juliet era fotógrafa de guerra por lo que pasaba grandes temporadas fuera de casa pero a pesar de eso Juliet y ella estaban muy unidas lo que hizo que Juliet lo pasara aún peor, hasta el punto de que tras la muerte de su madre no es capaz ni de agarrar una cámara de fotos a pesar de que es su gran pasión.

Durante sus viajes la madre de Juliet se comunicaba con ella a través de cartas, por esto al morir, Juliet le deja cartas en la tumba para poder seguir sintiendo esa conexión y ahí es donde entra Declan.

Declan es un chico cuya vida no ha sido nada fácil, para empezar su padre alcohólico no se lo hizo pasar demasiado bien y, como si no fuera suficiente, su madre se casa con otro hombre que no lo trata mucho mejor. Además, el chico comete lo que probablemente fuera uno de los peores errores de su vida: el día de la boda de su madre, Declan coge el coche de su padre tras haber bebido más de la cuenta y lo estrella contra un bloque de apartamentos. Esto hace que tenga que servir servicio comunitario en el cementerio local limpiándolo, entonces es cuando se encuentra las cartas que Juliet le deja a su madre cada semana.

A partir de ese momento, comienza una conversación a raíz de que Declan contesta a una de las cartas, esto hace que Juliet se enfade, pero finalmente, acaban hablando y contándose mutuamente sus vivencias, desde la relación con la muerte, el luto, el alcohol, el abandono… Todo desde el mayor de los anonimatos

Pero… ¿por qué será que estos personajes están tan relacionados?

Si hablamos de los personajes nos daremos cuenta de que son tan diferentes como parecidos, es decir, Juliet es una chica alegre, que busca que nadie sepa de sus debilidades a través de una sonrisa y Declan es un chico duro, inexpresivo que no muestra sus sentimientos con el fin de que nadie conozca sus debilidades, al final, son diferentes formas de ocultad una historia dura con el fin de aparentar cierta fortaleza que ninguno de los dos tiene.

Me llama mucha la atención el papel de la madre de Juliet, realmente no es un personaje principal, ni si quiera habla, pero se puede crear una imagen de ella a la perfección gracias a la manera en la que se describe.

Comentario personal.

La verdad es que me ha gustado mucho esta historia.

No es del estilo de libros que suelo leer porque en un inicio pensaba que iba a ser más triste, además el principio está organizado a base de cartas, las que iba escribiendo Juliet y no es un formato que me guste demasiado, además no es demasiado largo.

Es verdad que es un libro difícil de leer por la carga emocional, pero merece mucho la pena, yo he aprendido mucho con él, además los personajes no son como parecen, yo creía que iban a ser mucho más planos, los típicos de las novelas juveniles, pero para nada. Y la manera en la que se va mostrando la vida de cada uno, el paso del tiempo, los problemas, me ha gustado mucho.

Es un libro que hace que te metas mucho en la piel de los personajes, incluso con un personaje tan cerrado como es Declan, que al principio es un personaje que es bastante indignante, su manera de comportarse y sus palabras, pero al final te acaba gustando incluso más que Juliet.

Este libro se lo recomiendo a todo el mundo, es cierto que a lo mejor para los adultos es algo más aburrido, porque al final es un libro dirigido a adolescentes, pero los temas que se tratan son muy adultos, se habla del luto, de la muerte, de los traumas infantiles y, lo más importante, de cómo poner solución a todas estas cosas. Muestra que no es tan difícil, que únicamente tenemos que seguir hacia delante, es más, una de las frases del libro dice eso mismo.

Es la vida. Cuando todo se va a la mierda, lo único que puedes hacer es ir para adelante”.

En resumen, es un libro muy bueno y que recomiendo mucho, aunque para leerlo es mejor tener un paquete de pañuelos al lado.

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