Esta novela salió en el 2011. Fue
escrita por Eloy Moreno quien puso
todo su empeño en dar a conocer y vender su libro. Gracias a este empeño, todos
los medios se hicieron eco de su historia, se hizo famoso y al final su novela
fue todo un éxito.
Es una novela de lectura fácil, narrada en primera persona, y
con una característica curiosa, y es que después de haber leído sus 314 páginas
conoceremos el nombre de su esposa (Rebe), el de su hijo (Carlitos), el de su
jefe (Rafa), el de sus compañeros de trabajo, el de la señora de la limpieza de
la oficina… No sabemos el nombre del protagonista. Quizás la finalidad de ese
anonimato utilizado por el autor, sea para que lo que tenga verdaderamente
importancia esté en la historia y no en el protagonista. O quizás porque haya
muchas personas, ente las cuales nos podemos incluir cualquiera de los que
vivimos en una gran ciudad (o posiblemente tampoco haga falta vivir en una gran
ciudad) y leamos estas páginas, que pueden identificarse, en todo o en parte,
con ese patrón de vida.
En esta novela encontramos hechos,
situaciones, sentimientos, vidas que no nos son extraños ni lejanos, que pueden
ser reales, que seguro no nos sería difícil encontrarlos a nuestro alrededor, y
posiblemente aquí esté el secreto de su éxito.
Trata de un hombre hablando sobre
su vida. Te levantas por la mañana, vas a trabajar en el transporte público,
donde en una ciudad como Madrid puedes llegar a pasar una hora y llegas a la
oficina donde pasas, fácilmente, más de 10 horas, ya que seguramente a mediodía, tienes dos horas muertas en las que te sobra tiempo para comer y no te
llega para ir a casa y volver; cuando termina tu jornada laboral vuelves a
pasarte, otra vez, más de una hora en el transporte público, y cuando llegas a
casa cenas y poco tiempo en familia te queda, porque hay que acostarse, no
demasiado tarde, que al día siguiente hay que madrugar.
Son muchos los párrafos que pueden
tener similitud con la vida de cualquier matrimonio, con hijos y jornada a
tiempo partido, en una gran ciudad, donde las distancias para cualquier cosa
son enormes, que se plantean el tipo de vida que se lleva, pero para muestra un
botón: “Nos ha faltado siempre tiempo. Hemos tenido que trabajar tanto
porque, hoy en día, para todo se necesita dinero. Dinero para mantener a un
niño al que apenas veíamos; dinero para contratar a una persona que nos
limpiara la casa en la que apenas estábamos; dinero para vivir una vida que no
hemos disfrutado. Todo tan circular, todo tan ridículo”.
Transmite una
vida donde todo se derrumba, una relación de pareja que deteriora, un hijo
al que casi no ve, un trabajo que no le satisface, unos amigos que ha ido
perdiendo, en definitiva, una vida que no le gustaba.